El mantenimiento de una caldera de gas debe realizarse de forma obligatoria cada dos años. Esto está establecido en el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios, RITE (Real Decreto 1027/2007 ).
Si tenemos al día el mantenimiento de nuestra caldera, obtendremos beneficios a corto y largo plazo, en ellos se encuentran:
Extender la vida útil de la caldera.
Evitar el inadecuado funcionamiento.
Disminuir los fallos.
Ahorrar energía y dinero.
El mantenimiento debe ser realizado por un personal autorizado, empresas autorizadas, o profesionales independientes. Es sumamente importante que te asegures que el personal o empresa a contratar tenga las acreditaciones legales.
En Campos Térmicos contamos con profesionales cualificados para trabajar el mantenimiento de tu caldera.
Si se trata de revisiones o inspecciones reglamentarias, entonces hay dos. A continuación detallaré cada una de ellas:
Son evaluaciones específicas de las calderas. Estas son obligatorias cada 2 años, aunque para algunos países o ciudades es reglamentario hacerlo anualmente.
En este caso, el propietario es el responsable de que la revisión se haga puntualmente. Lo recomendable es que dicha revisión la realice un profesional autorizado. Esta persona puede ser de la compañía de gas de las calderas o alguien independiente. El propietario es libre de elegir quien hace la revisión.
El objetivo de esta revisión es controlar el adecuado funcionamiento de la caldera, que nos asegurará eficiencia energética, durabilidad y seguridad.
Son valoraciones generales de las instalaciones del gas, incluyendo las tuberías, contadores, llaves y gomas.
Estas inspecciones son obligatorias realizarlas cada 5 años, sin embargo, en algunos países se realiza cada 4 años. En este caso, la compañía del gas es la encargada de contactar al propietario para realizar la inspección. Sin embargo, es decisión del propietario si elige realizarlo con su compañía proveedora de gas o con un profesional independiente.
Ahora bien, el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece que ambas inspecciones son obligatorias, ya que no representen lo mismo.